**México rompe el bloqueo a Cuba: Un acto histórico de dignidad y solidaridad**

En un giro inesperado y audaz, el gobierno de México ha decidido romper el cerco diplomático que durante más de seis décadas ha asediado a Cuba, marcando un hito en la historia de América Latina. En un acto de soberanía y valentía, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la firma de un convenio que permitirá la llegada de más de 3,600 médicos cubanos a comunidades marginadas de México, desafiando abiertamente la narrativa impuesta desde Washington.

La decisión fue recibida con jubilo en Cuba, donde se celebró el anuncio como un grito de dignidad. “Adiós bloqueo”, resonó en el aire mientras México levantaba la mano en apoyo a la isla caribeña, enviando un mensaje claro: no más obediencia a dictados ajenos. Este acuerdo no es meramente simbólico; representa una ofensiva contra un sistema de dominación que ha intentado aislar a Cuba.

Con médicos cubanos desplegados en 282 hospitales comunitarios, las comunidades indígenas y campesinas, por primera vez, reciben atención médica humanitaria. “No importa si el doctor es cubano o de Marte, lo importante es que está aquí”, compartió un anciano en Guerrero, reflejando la esperanza renovada que ha traído esta cooperación.

Las reacciones no se hicieron esperar. Desde Washington, el Departamento de Estado acusó a México de colaborar con un régimen que explota a sus médicos. Sin embargo, la respuesta mexicana fue firme: “No es trabajo forzado”, subrayó la presidenta, defendiendo la legalidad y la ética de este acuerdo.

Este acto no solo ha provocado tensiones diplomáticas; también ha encendido una ofensiva mediática en México, donde sectores conservadores intentan desacreditar la cooperación. No obstante, el impacto en la salud pública es innegable: miles de familias ahora tienen acceso a atención médica que antes les era negada.

Con esta decisión, México no solo reafirma su papel como un actor independiente en la región, sino que también establece un nuevo paradigma de cooperación latinoamericana. El bloqueo puede seguir formalmente en pie, pero cada consulta médica, cada sonrisa de un niño tratado, desmorona las barreras erguidas por décadas de política hostil. La era de la dignidad y la solidaridad ha comenzado: ¡México ha elegido abrazar!