Rusia ha lanzado una advertencia contundente a Donald Trump, instando al expresidente de Estados Unidos a abstenerse de involucrarse en el creciente conflicto entre Israel e Irán. En un contexto de tensiones cada vez más intensas en Medio Oriente, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Rakov, ha subrayado que cualquier intervención directa de Washington desestabilizaría radicalmente la región.

Rakov, en una declaración directa, ha enfatizado que Estados Unidos ha sido históricamente un actor clave en conflictos globales y que su participación en este caso podría tener consecuencias devastadoras. “La implicación directa en este conflicto sería completamente diferente”, advirtió, sugiriendo que la situación es más delicada que en intervenciones anteriores.

Mientras tanto, Trump ha intensificado su retórica, exigiendo una rendición incondicional de Irán y no descartando el uso de la fuerza militar. “No aguanto más”, exclamó, refiriéndose a las provocaciones iraníes que han perdurado por décadas. Aunque el presidente estadounidense ha mencionado que Irán se ha puesto en contacto con su administración para discutir el conflicto, su paciencia parece haberse agotado.

La situación se complica aún más con la falta de interés de Israel en aceptar la mediación rusa, lo que sugiere que el camino hacia una solución pacífica es cada vez más incierto. La tensión entre estas potencias podría llevar a un desenlace catastrófico si no se manejan adecuadamente las comunicaciones y acciones en los próximos días. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan estos acontecimientos cruciales, que podrían cambiar el equilibrio de poder en la región de manera irreversible.