**FERRARI EN CRISIS: EXPLOTA EL ESCÁNDALO Y VASSEUR EN LA CUERDA FLOJA**
La situación en Ferrari ha alcanzado un punto crítico tras el Gran Premio de Canadá, donde las tensiones han estallado y la estabilidad del equipo está en juego. Según informes de medios italianos como Corriere della Gazzetta y Motorsport Italia, el director del equipo, Frederic Vasseur, se encuentra al borde del despido, enfrentando un ultimátum: cambiar la dinámica del equipo o afrontar las consecuencias.
Después de una temporada que prometía ser brillante, con el subcampeonato de constructores a solo 14 puntos y la ambición de atraer a Lewis Hamilton, Ferrari ha caído en una de sus campañas más decepcionantes. Con un coche plagado de problemas de suspensión y un desarrollo fallido, el equipo se encuentra a 92 puntos del líder del Mundial de Pilotos y a casi 200 de McLaren en el Mundial de Constructores. Las expectativas han sido reemplazadas por la frustración.
El ambiente interno es tenso. Charles Leclerc y otros miembros del equipo han expresado su preocupación por el futuro, mientras que Hamilton, en defensa de Vasseur, ha declarado su apoyo incondicional. Sin embargo, la presión de los medios y la falta de resultados han creado un cóctel explosivo que amenaza con desmantelar la estructura de Ferrari.
Vasseur ha respondido a las críticas con firmeza, señalando que la presión mediática está dañando la concentración del equipo. Pero la cuestión persiste: ¿será suficiente su liderazgo para revertir la situación antes de que sea demasiado tarde? Con un contrato que expira al final de la temporada, la cúpula de Ferrari debe decidir rápidamente si renueva o despide a Vasseur, en un momento donde cada decisión puede marcar la diferencia entre la gloria y el fracaso.
La próxima evolución del coche, que incluye un nuevo suelo y suspensión, será crucial. Si Ferrari no logra demostrar mejoras en las próximas carreras, el futuro de Vasseur y del equipo entero podría estar sellado. La Fórmula 1 es un mundo implacable, y Ferrari no puede permitirse más tropiezos. La presión está en su punto más alto y el reloj corre.