El juvenil del Barcelona Ansu Fati se enfureció después de que el entrenador Hansi Flick le pidiera que calentara, pero luego lo dejaron fuera de la dramática victoria del sábado por 4-3 sobre el Celta de Vigo.

La estrella del Barcelona, ​​enfadada por los malos tratos

Fati estuvo sentado en el banquillo todo el partido, presenciando la impresionante remontada del Barça tras un déficit de 1-3. Sin embargo, en lugar de darle una oportunidad, solo calentó al margen y le pidieron que regresara al banquillo. Frustrado, Fati tiró su dorsal al suelo, pateó el dispensador de agua e incluso pateó las escaleras que conducían a la tribuna técnica.

El delantero de 22 años, que solo ha disputado cuatro partidos en La Liga esta temporada, está luchando por encontrar su lugar bajo el mando del nuevo entrenador Hansi Flick. Este incidente no hizo más que poner de relieve el sentimiento de abandono que sufría Fati.

En las redes sociales, su reacción recibió opiniones encontradas. Uno escribió: “Entiendo su frustración, pero comportarse así sólo hace que a Fati le resulte más difícil jugar”. Otro comentó: “Lo siento, pero estar enojado no resolverá nada si el entrenador cree que no eres lo suficientemente bueno”.

Historia completa del enojo de Fati por no ser utilizado

Sin embargo, muchos aficionados también se pusieron del lado del jugador criado en La Masia. Una cuenta compartió: “¿Pau Víctor estaba en el campo pero Ansu no? ¿Qué pasa, Flick?”.

Otro comentarista bromeó: “Nunca entenderé por qué Flick lo trata así”.

No solo Fati, miembro del cuerpo técnico del Barça, también perdió los estribos al destrozar un iPad mientras discutía con el árbitro por la situación de la falta a Dani Olmo dentro del área en el minuto 98. Inicialmente, el árbitro no pitó penalti para el Barça, pero tras consultar el VAR cambió su decisión. En el minuto 11, Raphinha no desaprovechó la oportunidad de sellar una espectacular victoria por 4-3 para el equipo catalán.

Esta victoria ayuda al Barcelona a ampliar la diferencia con el Real Madrid a siete puntos en la clasificación de La Liga, manteniendo así la ventaja en la carrera por el campeonato. Pero para Ansu Fati personalmente, esa noche dramática terminó sólo con decepción y rabia contenida.