**Irán puede desencadenar un Armagedón económico global tras el ataque israelí**
Oriente Medio arde en llamas. Este viernes, Israel lanzó un ataque sin precedentes, desplegando 200 aviones y 300 proyectiles con el objetivo de desmantelar el programa nuclear de Irán y eliminar a sus líderes militares. La respuesta de Teherán no se ha hecho esperar: ya ha intentado bombardear Tel Aviv, elevando la tensión en una región que, históricamente, afecta a la economía global.
El impacto inmediato se siente en los mercados. El precio del petróleo Brent se disparó un 12.5% tras los ataques, alcanzando los 78.50 dólares por barril, antes de estabilizarse en 73 dólares. Este aumento es solo el comienzo; los analistas advierten que si la situación se agrava, el barril podría superar los 130 dólares, lo que arrastraría a muchas economías hacia una recesión.
La incertidumbre reina. Irán, aunque actualmente exporta solo 1.7 millones de barriles diarios, tiene el poder de bloquear el estrecho de Ormuz, por donde transita un cuarto del petróleo mundial. Este estrecho, vital para el comercio global, podría convertirse en un campo de batalla, ya que Irán cuenta con medios para disuadir a los buques enemigos sin necesidad de una confrontación directa.
Sin embargo, bloquear el estrecho podría ser un arma de doble filo para Teherán, que también depende de sus exportaciones de petróleo. La presión internacional, especialmente de potencias como Estados Unidos y China, podría hacer que Irán reconsidere sus acciones. La historia nos dice que, aunque han amenazado con bloquear esta ruta, nunca han cruzado esa línea.
La comunidad internacional observa con ansiedad. La escalada del conflicto en Oriente Medio podría desencadenar un caos económico global, similar al que se vivió tras la invasión rusa de Ucrania. Los próximos días serán cruciales: ¿Escalará Irán el conflicto o se limitará a ladrar? La respuesta a esta pregunta podría determinar el futuro económico del mundo.