**TARIFAS QUE RETROCEDEN: ¡Toyota DOMINA el mercado automotriz de EE. UU. mientras Trump APLASTA a Ford y GM!**
En un giro inesperado, las tarifas impuestas por el presidente Donald Trump han desencadenado una crisis en Detroit, permitiendo que Toyota se alce como el líder indiscutible del mercado automotriz estadounidense. A pesar de la promesa de proteger la industria local con un arancel universal del 10% sobre las importaciones, los primeros cinco meses de 2025 han revelado un panorama devastador para los fabricantes estadounidenses.
Los datos muestran que la estrategia de Toyota, construida sobre una red de suministro diversificada durante décadas, ha sido su mejor arma. Mientras Ford y GM se ven obligados a aumentar agresivamente sus precios para contrarrestar el impacto de las tarifas, Toyota ha logrado mantener márgenes más estables gracias a su refinada estrategia de amortización. En abril de 2025, las ventas de Toyota aumentaron un 13%, mientras que Ford y GM reportaron caídas del 4% y 3%, respectivamente.
La crisis de suministro de baterías y componentes, exacerbada por las tarifas, ha golpeado a los fabricantes estadounidenses con una fuerza devastadora. Ford, con un aumento del 9.5% en sus precios, se encuentra atrapado en un ciclo de deudas, mientras que Toyota, gracias a su fábrica de baterías en Kansas, ha mantenido precios competitivos para sus modelos Prius y BZ4X, que no han sufrido aumentos significativos.
Con un déficit comercial automotriz que se disparó a $84 mil millones, la estrategia de Trump ha fracasado en proteger a la industria estadounidense. Las acciones de Toyota han alcanzado un récord histórico, mientras que las de Ford y GM han caído entre un 5% y un 8%. La diferencia en las tasas de morosidad de préstamos automotrices se ha vuelto alarmante, con Toyota en un 1.8% frente al 3.4% de Ford.
Mientras Detroit intenta recuperarse, el tiempo se agota. La presión sobre los fabricantes estadounidenses aumenta, y Toyota, con su capacidad de adaptación y resiliencia, está lista para dominar el mercado. La pregunta es: ¿podrán Ford y GM encontrar una manera de revertir esta tendencia antes de que sea demasiado tarde?