**TARIFAS FALLAN: EL SECTOR TEXTIL DE EE.UU. RESponde A LAS TARIFAS DE TRUMP ABANDONANDO AMÉRICA**

En un giro sorprendente, las tarifas del 25% impuestas por la administración Trump han desencadenado una fuga masiva de capital del sector textil estadounidense hacia Asia. Las fábricas que una vez vibraron con el sonido de los telares en Carolina del Norte y del Sur ahora están en silencio, incapaces de competir con los gigantes chinos debido al aumento de los costos de producción. Las esperanzas de revitalización que surgieron con la promesa de protección arancelaria se han desvanecido, dejando a los productores locales atrapados en un “jaula de precios” creada por sus propios costos.

Las marcas de ropa están tomando decisiones drásticas, trasladando rápidamente su producción a zonas de libre comercio en Ningbo y Yantian. La lógica es clara: los precios de las camisetas fabricadas en EE.UU. están aumentando, y los consumidores están optando por alternativas más baratas. Con cada día que pasa, la capacidad de las fábricas de Carolina se desconecta de los ingresos de las cadenas nacionales, y la opción de mudarse a Guangdong se vuelve cada vez más atractiva.

Los ejecutivos de empresas textiles están en crisis. Las tarifas han elevado los costos de producción de manera insostenible, obligando a las marcas a cancelar pedidos y a renegociar términos con las fábricas. Mientras tanto, los costos de los insumos en EE.UU. continúan aumentando, y la escasez de mano de obra calificada agrava la situación. En un contexto donde el costo de producción en China es más bajo, la industria textil estadounidense se encuentra al borde del colapso.

La reacción de los líderes de la industria es clara: el tiempo de actuar es ahora. Sin cambios significativos en la política arancelaria y sin incentivos para la inversión en fábricas estadounidenses, el futuro del sector textil en EE.UU. parece sombrío. Los trabajadores despedidos en Carolina del Norte ya han comenzado a alzar la voz, preguntándose: “¿Para quién son realmente estas tarifas?” La economía estadounidense podría estar a punto de perder una parte vital de su industria, mientras que los capitales se dirigen rápidamente hacia el este.