**Protestas en Ciudad de México estallan por la gentrificación: violencia y caos en las calles**
Una marcha pacífica en Ciudad de México se tornó en caos y violencia, dejando a la capital azteca en estado de alerta. Los manifestantes, enardecidos por el fenómeno de la gentrificación, saquearon negocios y rompieron ventanales, gritando consignas xenófobas como “¡Fuera gringos!” y “¡México para los mexicanos!”. La presidenta Claudia Sheinbaum y las autoridades capitalinas enfrentan una crisis social que amenaza con desbordarse.
La gentrificación, un proceso que desplaza a la población original de zonas urbanas por aquellos con mayor poder adquisitivo, ha sido el foco de estas protestas en barrios emblemáticos como Roma y Condesa. Los residentes locales se quejan de que el costo de vida se ha disparado debido a la llegada masiva de extranjeros, especialmente nómadas digitales, desde el inicio de la pandemia en 2020. “Las viviendas populares se están convirtiendo en alojamientos turísticos”, declaró Michel Castro, una estudiante de 19 años que participó en la marcha.
Sheinbaum, mientras condena la xenofobia, también ha prometido soluciones, aunque muchos cuestionan si sus esfuerzos serán suficientes para frenar el descontento. “México es un país abierto al mundo”, afirmó, en un intento por calmar las tensiones. Sin embargo, la respuesta del gobierno estadounidense a los disturbios, sugiriendo a migrantes que se “autodeporten”, ha intensificado aún más la crisis.
Las manifestaciones en Ciudad de México son parte de una ola de protestas en varias ciudades europeas, reflejando un descontento global con la gentrificación y el aumento de las rentas. Las autoridades mexicanas ahora enfrentan un desafío monumental: equilibrar la convivencia entre nacionalidades y abordar una crisis de vivienda que podría estallar en cualquier momento. La situación es crítica y la presión sobre el gobierno solo aumentará.