**Ataques entre Camboya y Tailandia dejan una ciudad fantasma en su frontera**
En un giro devastador de los acontecimientos, la frontera entre Camboya y Tailandia se ha convertido en un escenario de horror, con 32 muertos y más de 200,000 personas desplazadas tras intensos combates que estallaron el jueves. La localidad tailandesa de Aranyaprathet, situada cerca del triángulo de Esmeralda, ha quedado prácticamente desierta, mientras sus habitantes huyen del caos y la violencia que han asolado la región.
Los enfrentamientos, que han escalado rápidamente en los últimos días, han llevado a la desesperación y el pánico en ambos lados de la frontera. La situación es crítica, con familias enteras abandonando sus hogares y buscando refugio en zonas más seguras. Este conflicto territorial ha desatado una crisis humanitaria, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación.
En un intento por frenar la violencia, el primer ministro interino de Tailandia, Funtangue Cayacay, y el líder camboyano, Jun Manet, se reunirán el lunes en Malasia para discutir un cese al fuego. La reunión, anunciada por el gobierno tailandés, se produce tras las urgentes conversaciones del presidente estadounidense Donald Trump con ambos líderes, quienes han acordado buscar un acuerdo inmediato para restaurar la paz.
A medida que se intensifican los combates, el clamor por la paz se hace más fuerte. Las vidas de miles de personas están en juego, y la urgencia de un alto al fuego nunca ha sido tan crucial. Los ojos del mundo están puestos en esta reunión, donde la esperanza de un respiro ante esta crisis podría estar al alcance. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿podrán estos líderes poner fin a la violencia que ha transformado una región en un desierto de desolación?