**FERRARI SE DESVANECE EN HUNGRÍA: LECLERC ENFRENTA UN DESASTRE MIENTRAS MCLAREN BRILLA**

En un Gran Premio de Hungría marcado por la estrategia y el drama, Ferrari vuelve a romper el corazón de sus tifosi. Charles Leclerc, quien comenzó desde la pole, se vio obligado a abandonar la lucha por la victoria debido a un fallo mecánico devastador que lo dejó incapaz de competir. Mientras tanto, McLaren se alzó con un impresionante doblete, consolidando su dominio en el campeonato.

Lando Norris, tras una salida complicada, logró su tercera victoria en cuatro carreras, superando a su compañero de equipo Oscar Piastri, quien mostró su frustración tras una estrategia subóptima que le costó la oportunidad de pelear por el primer puesto. La gestión de neumáticos de Norris fue magistral, permitiéndole mantener a raya a Piastri en las últimas vueltas y asegurar su triunfo.

Ferrari, que había comenzado con un ritmo prometedor, se desmoronó en la segunda mitad de la carrera. Leclerc, que dominaba, reportó problemas de chasis desde la vuelta 40, lo que lo relegó a un ritmo inferior al de los demás competidores, incluso por detrás de los Racing Bull. La estrategia de Ferrari, que parecía sólida, se convirtió en un desastre absoluto al no poder reaccionar a los imprevistos.

Mercedes, por su parte, resurgió con George Russell logrando un podio, aunque el día fue sombrío para Lewis Hamilton, quien terminó en un decepcionante decimosegundo lugar. Aston Martin también brilló, con Fernando Alonso mostrando una gran gestión de carrera, mientras que la situación de Red Bull se tornó crítica, evidenciando una caída alarmante en su rendimiento.

La temporada se detiene momentáneamente, pero el eco del desastre de Ferrari resonará en las próximas semanas. La presión aumenta y la incertidumbre se cierne sobre el equipo, que deberá encontrar respuestas rápidas antes de la reanudación del campeonato. El Gran Premio de Hungría ha dejado claro que, en la Fórmula 1, la gloria puede desvanecerse en un instante.