**Título: Desesperación entre los concesionarios de Jeep y RAM: ¡La guerra comercial de Trump golpea los bolsillos estadounidenses!**
En un giro devastador para la industria automotriz, Stellantis está retirando la asombrosa suma de $6,500 cada minuto debido a los aranceles del 25% impuestos a los vehículos que ingresan desde México y Canadá. En solo seis meses, la empresa ha acumulado $1.7 mil millones en penalizaciones aduaneras, lo que ha impactado gravemente tanto las finanzas de los concesionarios de Detroit como la producción de nuevos modelos eléctricos en Toledo. El precio del Jeep Compass ha aumentado en $5,000, y las ventas han caído a la mitad.
El panorama es sombrío: se espera que la factura de aranceles alcance los $3.4 mil millones para finales de 2025. La nueva CEO de Stellantis, Natalie Knight, ha declarado que la producción de modelos clave está amenazada, con un impacto negativo en la cadena de suministro que podría llevar a la suspensión temporal de miles de trabajadores en México. La presión sobre los concesionarios es intensa, ya que el inventario de los Gladiators ha disminuido un 38% en comparación con el año pasado, mientras que la demanda de los consumidores se desploma.
Los datos de Kelly Blue Book muestran que el precio de transacción medio del Gladiator ha aumentado un 5.7% interanual, pero las unidades vendidas han caído un 45%. El efecto dominó de estos aranceles está creando un ciclo de efectivo negativo que amenaza la transición hacia vehículos eléctricos, con proyectos clave retrasados hasta 2028.
Los concesionarios están atrapados en una tormenta perfecta: precios en aumento, ventas en caída, y un futuro incierto. La incertidumbre sobre los aranceles está paralizando decisiones de inversión, mientras que la competencia de General Motors y Toyota se intensifica. Si esta situación persiste, la meta de ventas de Stellantis en América del Norte podría caer drásticamente de 1.73 millones a 1.35 millones de vehículos.
La guerra comercial está causando estragos en la industria automotriz estadounidense, y los efectos se sienten en cada rincón del mercado. La presión sobre los precios y los márgenes de beneficio está poniendo en riesgo la estabilidad económica de la industria, y los consumidores podrían ser los que paguen el precio más alto. ¡La situación es crítica y el tiempo se agota!