Una escena de locura se desató en los últimos instantes del partido entre el delantero marroquí Munir El Haddadi y el defensa del Barcelona Martínez, mientras los ánimos se caldeaban de forma dramática. Lo que comenzó como un simple reto derivó rápidamente en una acalorada confrontación, atrayendo la atención de ambos equipos y del árbitro.
Aunque la causa exacta del choque sigue sin estar clara, testigos presenciales reportaron gritos, gestos agresivos e incluso un breve intercambio físico antes de que los compañeros intervinieran. El árbitro intervino rápidamente para calmar la tensión, emitiendo severas advertencias, pero no se mostraron tarjetas.
Este inesperado punto de conflicto añadió un final caótico a un partido ya de por sí intenso, y las reacciones posteriores sugieren que el incidente podría no olvidarse pronto.