Las protestas contra las redadas migratorias se han desatado con fuerza en varias ciudades de Estados Unidos, extendiéndose desde Los Ángeles a Nueva York, Atlanta, Dallas y Chicago. Tras cuatro días de manifestaciones en California, cientos de activistas han salido a las calles, exigiendo el fin de las medidas impuestas por la administración del presidente Donald Trump.
En Nueva York, manifestantes se congregaron frente al edificio federal Jacob Javitz, demandando un alto a las redadas. La situación se tornó tensa cuando 24 personas fueron detenidas tras negarse a desalojar la Torre Trump, aunque las autoridades informaron que no hubo incidentes violentos durante las detenciones. La policía de Nueva York está en alerta máxima mientras la presión social crece.
En Dallas, la indignación se hizo palpable con la participación de aproximadamente 1,000 personas que portaban pancartas y banderas de países latinoamericanos, desafiando las políticas migratorias con un mensaje claro: “¡No más redadas!” La policía se mantiene vigilante mientras los manifestantes continúan llegando.
Chicago no se queda atrás, con alrededor de 150 personas marchando en el vecindario de Pilsen, alzando sus voces en solidaridad con la comunidad inmigrante. Las manifestaciones en esta ciudad replican el fervor de las protestas en Los Ángeles, donde la policía ha diferenciado entre manifestantes pacíficos y aquellos que han incurrido en actos de violencia.
El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonell, ha subrayado que la mayoría de los manifestantes ejercen su derecho a la libre expresión y no están involucrados en actividades violentas. Sin embargo, la tensión sigue palpable en el ambiente, y las autoridades permanecen en estado de alerta ante la posibilidad de que las protestas se intensifiquen en los próximos días. La lucha por los derechos de los inmigrantes está lejos de terminar, y el eco de estas voces resuena en todo el país.