Israel se prepara para una guerra prolongada contra Irán, según declaraciones impactantes del teniente general Al Samir, jefe del Estado Mayor del Ejército israelí. En un giro dramático de los acontecimientos, el ejército israelí ha iniciado lo que califica como la campaña más compleja de su historia, lanzando una serie de bombardeos contra Irán desde el 13 de junio. Samir ha instado a la población a prepararse para días difíciles, enfatizando que se anticipa una prolongada campaña de ataques.
La tensión entre ambas naciones ha alcanzado niveles críticos, con un saldo trágico de al menos 224 muertos en Irán y 25 en Israel. Las hostilidades se intensifican a medida que Irán responde con drones y misiles, mientras las fuerzas israelíes atacan instalaciones militares y científicas iraníes, buscando desmantelar lo que consideran una amenaza nuclear inminente. Israel acusa a Irán de intentar desarrollar un arma atómica, algo que Teherán niega, insistiendo en que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, ha declarado que no hay evidencia de que Irán esté fabricando actualmente una bomba nuclear. Sin embargo, la situación se torna cada vez más volátil, especialmente en un contexto donde las negociaciones entre Irán y Estados Unidos para limitar la actividad nuclear están en un punto muerto. Europa ha instado a Irán a reanudar dichas negociaciones, pero Teherán exige primero el cese de los ataques israelíes.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación mientras la posibilidad de un conflicto a gran escala se hace más tangible. La región se encuentra al borde de una crisis que podría tener repercusiones globales. La urgencia de la situación es innegable: el futuro de la paz en Medio Oriente pende de un hilo.