En un giro sorprendente de los acontecimientos, Sean Combs, conocido artísticamente como Diddy, ha sido absuelto de los graves cargos de tráfico sexual y crimen organizado. Este veredicto se produjo el miércoles tras un intenso juicio federal de ocho semanas en Manhattan, donde el jurado declaró al productor de 55 años inocente de las acusaciones más serias que enfrentaba.
La fiscalía había presentado un caso escalofriante, alegando que Combs había obligado a dos exnovias a mantener relaciones sexuales no deseadas con prostitutos masculinos, apoyado por un equipo de empleados. Sin embargo, el jurado no encontró pruebas suficientes de coerción o violencia que respaldaran estas afirmaciones. El único cargo por el que fue condenado es el de transporte para ejercer la prostitución, un delito menor en comparación con las acusaciones iniciales.
El abogado de Combs, Mark Agnífilo, solicitó al juez su inmediata liberación, argumentando que su cliente había sido absuelto de los cargos más graves. Sin embargo, la fiscalía se opuso a esta moción, confirmando que el gobierno busca imponer una pena de prisión significativa, ya que Combs aún enfrenta hasta 20 años tras su condena por los dos delitos menores.
La tensión en la sala del tribunal fue palpable. Al escuchar su absolución de la conspiración para cometer crimen organizado, Combs mostró un gesto de alivio, cubriéndose el rostro con la mano y levantando el puño en señal de victoria al conocer su inocencia en el segundo cargo de tráfico sexual. La batalla legal de este controvertido artista no ha terminado, y el futuro de Combs sigue en la balanza mientras se prepara para enfrentar la sentencia.