**TARIFAS QUE NO FUNCIONAN: ¡Toyota DOMINA el Mercado Automotriz de EE. UU.! La Tarifa de Trump APLASTA a Ford y GM!**
En un giro inesperado, las tarifas del 10% impuestas por el presidente Donald Trump han tenido un efecto devastador en la industria automotriz estadounidense, catapultando a Toyota a la cima del mercado. A pesar de la intención de proteger a los fabricantes locales, los primeros cinco meses de 2025 han revelado un panorama alarmante: mientras Toyota avanza, Ford y General Motors se hunden.
Las cifras de ventas y rentabilidad han hablado por sí solas. Ford y GM se han visto obligados a aumentar drásticamente sus precios para contrarrestar el impacto de las tarifas, con incrementos del 11% y 9.5% respectivamente, mientras que Toyota ha logrado mantener sus márgenes gracias a una estrategia de amortización más refinada. En un contexto donde los préstamos automotrices alcanzan tasas de interés superiores al 8%, los consumidores están cambiando de marca, con un 34% citando diferencias en los pagos mensuales como razón principal. La combinación Toyota-Lexus ha vendido 1.228 millones de vehículos en EE. UU. en los primeros cinco meses de 2025, un aumento del 13% respecto al año anterior, mientras que Ford y GM han visto caídas en sus ventas.
El éxito de Toyota se debe en gran parte a su cadena de suministro altamente diversificada, que le ha permitido sortear crisis como la de baterías e inversores. Su planta de baterías en Kansas, que comenzó a producir en abril de 2025, se beneficia de exenciones fiscales gracias a su alto contenido nacional. En contraste, los fabricantes estadounidenses enfrentan una espiral de costos debido a la dependencia de componentes importados.
La situación financiera también es alarmante: mientras Toyota ve crecer su capitalización de mercado a $315 mil millones, Ford y GM luchan con reservas de efectivo en declive. El déficit comercial automotriz de EE. UU. ha aumentado drásticamente, desafiando la idea de que las tarifas mejorarían la balanza comercial.
La percepción de la marca ha cambiado radicalmente; Toyota lidera en confiabilidad, mientras que las marcas de Detroit caen en la lista de preferencias de los consumidores. La ironía es clara: las tarifas que se pensaron para proteger a la industria estadounidense han reforzado la posición de Toyota, convirtiéndola en la marca dominante en un mercado que, irónicamente, se suponía que debía ser protegido.
La pregunta que queda es: ¿cómo responderán Ford y GM a esta crisis inminente? La industria automotriz de EE. UU. se enfrenta a un futuro incierto, y el tiempo se agota.