**Trump Indefenso: Mercedes Recorta Miles de Envíos de Autos a EE. UU. | Colapso de Ventas en Concesionarios Americanos**
En un giro devastador para la industria automotriz, Mercedes-Benz ha anunciado un recorte drástico en sus envíos de vehículos a Estados Unidos, un impacto directo de los aranceles del 30% impuestos por la administración de Donald Trump. La emblemática S-Class, símbolo de lujo y prestigio, permanece atrapada en un “fog de impuestos” en los puertos estadounidenses, mientras las ventas en el mercado norteamericano se desploman un alarmante 12%.
A medida que los números rojos parpadean en las pantallas de las fábricas en Stuttgart, la realidad es sombría: 8,200 vehículos destinados a EE. UU. no saldrán de Alemania en la primera mitad del año. Este colapso en la demanda no solo afecta a Mercedes, sino que también pone en jaque a miles de concesionarios en todo el país, que ahora enfrentan un aumento en los costos de inventario y una incertidumbre financiera abrumadora.
Los concesionarios en California y más allá se ven obligados a lidiar con precios inflados y márgenes de ganancia en descenso. La frustración de los propietarios de concesionarios es palpable: “Los problemas aduaneros comenzaron con el acero, ahora están afectando directamente nuestras estanterías”, afirma uno de ellos. La situación se complica aún más con los temores de que las ventas de autos de lujo caigan un 15% para fin de año, lo que podría significar la pérdida de 10,000 vehículos más.
Mientras tanto, la producción en la planta de Tuscaloosa, Alabama, se ve afectada, con recortes en turnos y una creciente presión sobre los trabajadores. Con la incertidumbre acechando, los planes de producción están bajo revisión constante. La competencia se intensifica, y los rivales como Tesla están listos para capitalizar el caos en el mercado de lujo.
Los efectos de esta crisis se sienten en toda la cadena de suministro, desde los fabricantes hasta los concesionarios, y el futuro de Mercedes en EE. UU. pende de un hilo. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿podrá la marca superar este muro de acero impuesto por la administración Trump, o está destinada a perder su brillo en el mercado estadounidense?