El rey Felipe VI se encuentra en un estado de profunda tristeza tras dos tragedias que han golpeado su vida personal y emocional. En un conmovedor momento, el monarca rompió en lágrimas al hablar sobre la muerte de su primo, Juan Gómez Acebo, y la grave situación de su amigo, el cantautor Jaume Anglada, quien se encuentra en coma tras un brutal accidente de tráfico en La Palma.

El 12 de agosto marcó el primer aniversario de la muerte de Gómez Acebo, un querido miembro de la familia real que falleció a los 58 años debido a un cáncer. Su partida dejó una huella imborrable en el corazón del rey, quien asistió a un funeral íntimo junto a la reina Leticia y otros familiares. La tristeza por esta pérdida se intensifica con la noticia de que Anglada, amigo cercano del rey, fue atropellado por un conductor ebrio que se dio a la fuga. Actualmente, el artista se encuentra en estado crítico, con múltiples fracturas y un traumatismo cráneo-encefálico grave.

Las emociones están a flor de piel en la Zarzuela. La familia real ha solicitado estar informada al instante sobre el estado de Anglada, evidenciando el fuerte vínculo que une al rey con el artista. Esta coincidencia de tragedias ha dejado a Felipe VI emocionalmente devastado, enfrentando uno de los momentos más difíciles de su vida personal. La Casa Real ha decidido mantener la discreción, pero el dolor es palpable y la vulnerabilidad del rey se ha hecho evidente ante el pueblo español.

¿Debería Felipe VI tomarse un respiro para procesar su duelo y estar más cerca de sus seres queridos? La comunidad está invitada a expresar su apoyo al rey en estos momentos de angustia. La historia de Felipe VI nos recuerda que, detrás de la figura del monarca, hay un ser humano que siente y sufre. Estaremos atentos a los desarrollos de esta conmovedora situación.