Una explosión devastadora y una balacera estallaron en Trujillo la noche del 14 de agosto, dejando un saldo de tres heridos y daños significativos en al menos 20 viviendas. El ataque, que ocurrió alrededor de las 10:10 p.m. en la concurrida avenida Perú, cerca de la plaza de armas, ha sembrado el pánico entre comerciantes y peatones que buscaban refugio ante la inminente violencia.

Testigos presenciales relatan cómo la detonación inicial fue seguida de una ráfaga de disparos, creando una escena caótica en un punto comercial muy transitado. La policía llegó rápidamente al lugar, encontrando restos de explosivos y casquillos de bala esparcidos por el área, mientras que varios locales cercanos quedaron gravemente dañados. La electricidad en la zona se cortó durante varias horas, intensificando el miedo entre los residentes.

El ministro del Interior, Carlos Malaver, se desplazó al lugar para supervisar las acciones policiales y confirmó que el ataque no está relacionado con extorsiones, sino que es parte de una disputa territorial entre bandas criminales. El general de la policía en La Libertad también corroboró que este atentado está vinculado a la lucha por el control de cobros y extorsiones en la región, que ha sido duramente golpeada por el crimen organizado.

En una rápida respuesta, las autoridades detuvieron a dos sospechosos que intentaban escapar en motocicleta, ambos con antecedentes por robo agravado y presuntamente vinculados a una peligrosa organización delictiva. Este incidente subraya la creciente ola de violencia en La Libertad, que se ha convertido en un foco de preocupación para la seguridad pública en el país. La población ha sido instada a colaborar con información para ayudar a las autoridades en la lucha contra estas bandas criminales.