Putin Prints Money as Russia Runs Out of Cash To Fund the War

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**Putin Imprime Dinero Mientras Rusia Se Queda Sin Efectivo Para Financiar la Guerra**

En un giro alarmante, el régimen de Vladimir Putin ha comenzado a imprimir dinero a un ritmo sin precedentes, enfrentándose a una crisis de liquidez que amenaza con desestabilizar aún más la economía rusa. A medida que el conflicto en Ucrania se intensifica, el Kremlin está recurriendo a la “impresión interna” para cubrir los agujeros presupuestarios y mantener la fachada de estabilidad. Sin embargo, este enfoque ya ha comenzado a desencadenar una inflación galopante, con una tasa oficial que se proyecta alcanzará el 8.4% en 2024, y la posibilidad de un umbral de dos dígitos para 2025.

La estrategia de Putin de aumentar la oferta monetaria sin un respaldo en producción real está creando una tormenta perfecta de caos económico. Las empresas, luchando por mantener sus márgenes, están aumentando precios, mientras que los consumidores, especialmente aquellos con ingresos fijos, se ven obligados a enfrentar costos cada vez más altos en bienes básicos. La escasez de mano de obra, exacerbada por la guerra, ha llevado a un aumento de salarios, intensificando aún más la presión inflacionaria.

Con el gasto en defensa alcanzando aproximadamente 140 mil millones de dólares en 2024, el Kremlin se encuentra atrapado en un ciclo vicioso: más dinero impreso significa más inflación, lo que a su vez empuja a las tasas de interés a niveles récord. Este círculo vicioso amenaza con desbordar el sistema bancario, con un aumento del 50-60% en los pagos de intereses corporativos en el primer trimestre de 2025 en comparación con el año anterior.

Mientras tanto, la falta de transparencia en la gestión de la economía y el miedo a una crisis bancaria inminente están alimentando la desconfianza pública. Si las condiciones no mejoran, el riesgo de un colapso financiero podría convertirse en una realidad palpable, con implicaciones no solo para Rusia, sino para la economía global. La historia de países como Venezuela y Zimbabwe nos advierte: imprimir dinero no es una solución, es una receta para el desastre. ¿Cuánto tiempo podrá resistir el régimen de Putin antes de que la situación se convierta en una crisis incontrolable? La respuesta podría llegar más pronto de lo que imaginamos.

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