La Reina Sofía toma una decisión crucial sobre la salud de su hermana Irene
En un giro inesperado y alarmante, la Reina Sofía ha decidido intensificar los cuidados de su hermana, la Princesa Irene, quien atraviesa un delicado estado de salud. Fuentes cercanas han revelado que, tras una reciente recaída en su condición, la Reina ha contratado a un equipo médico especializado para garantizar que Irene reciba la atención necesaria las 24 horas del día. Esta decisión, tomada en un momento de creciente preocupación, destaca la fragilidad de la situación.
La alarma se encendió cuando se supo que, por primera vez en décadas, Sofía podría no viajar a Palma durante sus vacaciones, una señal clara de la gravedad de la situación. Irene, que ya enfrentaba problemas de movilidad, ahora también lucha contra un deterioro cognitivo avanzado. Aunque no se ha emitido un comunicado oficial, la inquietud en la Casa Real es palpable.
Pilar Eire, experta en la Casa Real, ha confirmado que el Rey Felipe está al tanto de cada desarrollo, mostrando su apoyo constante a su madre y tía en este momento crítico. La atención médica en el Palacio de la Zarzuela es incesante, con un flujo continuo de enfermeras y médicos, así como la presencia de sacerdotes que ofrecen consuelo espiritual a la familia.
La Reina Sofía, visiblemente afectada por la situación, ha visto un deterioro físico y emocional. Su andar, antes ágil, se ha vuelto titubeante, y su eterna sonrisa a veces se transforma en una expresión de sufrimiento. La presión de cuidar a Irene ha calado hondo en la monarca, quien, a pesar de todo, permanece firme al lado de su hermana.
Este desarrollo ha conmocionado a la opinión pública, que sigue con atención la evolución de la situación. La familia real se enfrenta a un momento de gran incertidumbre y dolor, mientras la salud de la Princesa Irene continúa en el centro de la atención nacional.