Trump pide que detengan campaña mediática sobre caso Epstein | El Comercio

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**Trump exige el fin de la campaña mediática sobre Epstein: “Es un asunto aburrido”**

En una sorprendente declaración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido que se detenga la creciente campaña mediática en torno al caso de Jeffrey Epstein, el infame delincuente sexual que ha sido objeto de especulación y teorías de conspiración desde su muerte. En un momento en que su administración enfrenta una intensa presión por el manejo de este escabroso tema, Trump ha calificado la situación como “aburrida” y ha cuestionado el interés público en un caso que, según él, ya está resuelto.

Desde el cierre del expediente de Epstein, la controversia ha resurgido con fuerza, avivada por la ira de sus seguidores y la reciente retractación del Departamento de Justicia sobre la supuesta lista de clientes del financiero, que incluiría a figuras de la élite estadounidense. “¿Por qué estarían tan interesados? Lleva muerto mucho tiempo”, se defendió Trump, desestimando las inquietudes sobre la posible implicación de figuras prominentes en la explotación sexual de menores.

La reacción de Trump ha sido tensa, especialmente al enfrentar preguntas sobre Epstein en medio de otros temas críticos, como la crisis de fentanilo en el país. “No voy a hablar de Epstein”, enfatizó, mientras la presión aumenta sobre su administración para abordar el legado de Epstein y las teorías que lo vinculan con su propia campaña presidencial.

El magnate sudafricano Elon Musk también ha contribuido a la controversia, sugiriendo que existen razones ocultas para no divulgar la lista de Epstein, lo que ha intensificado la desconfianza hacia el gobierno. La base de apoyo más radical de Trump, compuesta por teóricos de la conspiración, se encuentra en un estado de indignación, cuestionando las decisiones de la administración y exigiendo respuestas.

Con el tiempo corriendo y la presión en aumento, Trump se enfrenta a un dilema: silenciar el clamor mediático o arriesgarse a que las sombras del pasado sigan acechando su administración. La pregunta persiste: ¿podrá Trump desviar la atención de Epstein o la historia seguirá atormentándolo?

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