Un ataque armado en una escuela católica de Minneapolis ha dejado un saldo devastador: tres niños fallecidos y al menos 17 heridos, la mayoría de ellos menores de edad. La tragedia ocurrió en la escuela Anunciation durante una misa de bienvenida al nuevo año escolar, cuando el atacante, un joven de poco más de 20 años y sin antecedentes penales, abrió fuego con un rifle a través de las ventanas de la iglesia.

El jefe de policía de Minneapolis, Brian Ojara, describió el tiroteo como un acto deliberado de violencia contra inocentes. “La crueldad y cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, declaró Ojara, mientras las familias de los estudiantes se reunían en una zona de evacuación, abrazándose entre lágrimas. Las víctimas, niños de entre 8 y 10 años, fueron confirmadas por sus padres, quienes ahora enfrentan la desgarradora pérdida.

El atacante se quitó la vida en la parte trasera de la iglesia, dejando a la comunidad en shock y en duelo. De los 17 heridos, 14 son niños, y dos se encuentran en estado crítico. Los servicios médicos de Minneapolis están atendiendo a los menores en hospitales locales, donde se reporta que la mayoría de los pacientes son niños de entre 6 y 11 años.

Este tiroteo ocurre en un contexto de creciente violencia en la ciudad, que ha visto múltiples incidentes armados en menos de 24 horas. Además, el ataque se produce tras una serie de amenazas falsas en campus universitarios de todo Estados Unidos, que han sembrado el pánico entre los estudiantes al inicio del año escolar.

La policía continúa investigando el motivo detrás de este acto atroz, mientras la comunidad de Minneapolis se une en un luto colectivo, clamando por respuestas y por un futuro más seguro para sus niños.