Trump in Panic as Korea–China Pact to CUT Supply Chain Crisis BYPASSES US

**Trump en pánico ante el pacto Corea-China que elude la crisis de la cadena de suministro en EE. UU.**

En un giro alarmante para la economía estadounidense, Corea del Sur y China han sellado un pacto destinado a fortalecer sus cadenas de suministro, dejando a Estados Unidos en la cuerda floja. La visita de funcionarios surcoreanos a Pekín, marcada por la urgencia, busca abordar problemas económicos y de seguridad en el suministro, exacerbados por los aranceles estadounidenses. Con fechas ya establecidas y un denso archivo de temas en la mesa, el objetivo es claro: asegurar la integridad de las cadenas de suministro y diversificar las rutas comerciales.

A pesar de que los aranceles han sido reducidos del 25% al 15%, la incertidumbre persiste, y las empresas se enfrentan a un futuro impredecible. Los precios del mercado interno están en aumento y las inversiones comerciales se están retrasando. En el corazón de esta crisis se encuentran los semiconductores, componentes críticos que dependen de una red compleja de producción y ensamblaje en toda la región del Indo-Pacífico. Cada pequeño contratiempo en esta cadena puede provocar congestiones en los puertos y aumentar los costos para los consumidores.

Seúl busca eliminar la incertidumbre generada por los aranceles y establecer un marco de trabajo claro con Pekín. La falta de claridad en las regulaciones y los procesos aduaneros está afectando gravemente a las empresas, que deben tomar decisiones estratégicas a largo plazo. La visita no es meramente protocolaria; es una respuesta a la presión económica que siente la región.

Mientras tanto, la estrategia de diversificación de rutas comerciales de Corea del Sur y su creciente relación con China amenazan con debilitar la influencia de EE. UU. en el mercado. La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo reaccionará Washington ante este desafío? La estabilidad del mercado estadounidense está en juego, y con la presión sobre los precios al consumidor en aumento, el tiempo se agota para que EE. UU. recupere su posición en el tablero global.