Dina Boluarte, la presidenta de Perú, ha desatado una ola de reacciones tras su reciente mensaje presidencial, donde se defendió de las críticas y se victimizó en medio de una crisis política que agita al país. En un discurso cargado de emoción, Boluarte afirmó que su gestión ha sido objeto de ataques injustificados, señalando que su condición de presidenta ha sido utilizada como chivo expiatorio por intereses ocultos que buscan desestabilizar su gobierno.
“Lamentablemente, no ha sido mi gestión la que ha estado en el centro de muchas críticas, sino mi propia condición de presidenta”, expresó Boluarte, mientras denunciaba amenazas de vacancia y un ataque sistemático a su figura. La mandataria enfatizó que la narrativa en su contra busca convertirla en la responsable de todos los males que aquejan a Perú, un intento que, según ella, no debilita su compromiso de salvar al país.
La presidenta también hizo un llamado a la unidad, recordando a los ciudadanos que su renuncia a un proyecto político polarizador fue un acto de amor por la patria, y no un signo de debilidad. “Preferí cumplir el deber de recuperar el país”, afirmó, defendiendo su decisión de preservar la democracia y la libertad en un contexto donde la violencia y el autoritarismo amenazan con resurgir.
Boluarte advirtió sobre las graves consecuencias que habría enfrentado el país si no hubiera actuado con firmeza en defensa del orden democrático. Su discurso, marcado por la urgencia de la situación política, ha generado un intenso debate en la nación, donde muchos se preguntan si su autodefensa es un intento legítimo de proteger su mandato o una táctica para desviar la atención de la crisis actual. La tensión en el país sigue en aumento, y las reacciones a sus palabras prometen un panorama político aún más convulso.