**¿SE ACABA? LA ACTITUD ALARMANTE DE HAMILTON Y SU ENIGMÁTICO MENSAJE SOBRE FERRARI**
En un giro inesperado y preocupante, Lewis Hamilton ha dejado entrever su frustración y desasosiego tras un fin de semana desastroso en el Gran Premio de Hungría, donde su compañero Charles Leclerc se alzó con la pole. Las palabras del siete veces campeón del mundo resonaron con un tono de derrota: “Soy un inútil. Probablemente necesiten cambiar de piloto”. Este grito de desesperación pone en tela de juicio no solo su rendimiento, sino también la estabilidad de Ferrari en una temporada que se asemeja más a una pesadilla que a un sueño.
Hamilton, que ha luchado por adaptarse a las dinámicas del Ferrari SP25, se encuentra en un callejón sin salida. Con 109 puntos, está a 42 de Leclerc, quien ha brillado con cinco podios en una escudería que no ha logrado despegar. Las dificultades de Hamilton con el coche, descrito como “nervioso” y “desequilibrado”, han sido evidentes, y su incapacidad para extraer el potencial del monoplaza ha dejado a los aficionados en estado de alarma.
El piloto británico ha admitido que necesita un “cambio de cerebro” para adaptarse a un estilo de conducción que no se alinea con su instinto natural. A medida que la temporada avanza, el tiempo se agota y las dudas crecen. Sus declaraciones sobre “cosas que están sucediendo en el equipo de fondo que no son geniales” sugieren una inestabilidad que podría afectar aún más su desempeño.
Con la mirada puesta en 2026, donde se espera un retorno a coches más acordes a su estilo, la pregunta persiste: ¿podrá Hamilton superar esta crisis? La presión aumenta y la incertidumbre se cierne sobre el futuro del piloto y de Ferrari. La situación es crítica, y el mundo de la Fórmula 1 observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos.