**¿Qué pasará con la relación Perú-Colombia si Petro sigue con su ‘pataleta’?**
La tensión entre Perú y Colombia se intensifica a medida que el presidente colombiano Gustavo Petro lanza cuestionamientos sobre los tratados fronterizos históricos, desatando una crisis diplomática sin precedentes. En una reciente entrevista, el canciller peruano, Elmers Keller, reafirmó que la posición de Perú es clara: no hay nada que negociar y los tratados de 1922 y 1934 son inamovibles. La disputa surge tras las afirmaciones de Petro sobre la delimitación territorial, específicamente en relación con la Isla Chinería y su supuesta nueva división.
Los expertos advierten que el enfoque de Petro, interpretado como una provocación política, podría tener repercusiones graves. Jorge Chávez Mauleón, especialista en relaciones internacionales, subrayó que el gobierno peruano debe mantener su postura diplomática, evitando entrar en el juego político interno colombiano. “La frontera está claramente definida; no se puede cambiar unilateralmente”, enfatizó.
Mientras tanto, Perú enfrenta la presión de responder a las acciones de Colombia, que incluyen notas diplomáticas y posibles vuelos de reconocimiento en la zona. La comunidad internacional observa con atención, ya que Petro podría considerar llevar el asunto a instancias judiciales, aunque esto se complica por la salida de Colombia del pacto de Bogotá.
La situación es delicada. Perú debe actuar con firmeza y prudencia, ya que cualquier escalada podría afectar no solo la relación bilateral, sino también la estabilidad regional. Con el trasfondo de crisis internas en Colombia, el presidente Petro busca desviar la atención hacia una narrativa de defensa nacional, pero el costo de sus “pataletas” podría ser alto. La diplomacia es la única salida viable, y el tiempo apremia. ¿Podrá Perú mantener su integridad territorial frente a las provocaciones de su vecino? La respuesta podría definir el futuro de la relación entre ambas naciones.